Nos encontramos ante una de las mayores dificultades del confinamiento, la convivencia. Inesperadamente tenemos que cambiar nuestra rutina, de entrar y salir de casa cuando deseamos, y nos vemos obligados a permanecer en el domicilio compartiendo día a día con las personas que convivimos. Esto supone una gran novedad que puede ocasionar diferentes conflictos.
Algunos de los conflictos que pueden producirse pueden ser los siguientes:
- Debido al confinamiento experimentamos una mayor intensidad de las emociones y podemos encontrarnos más irritados de lo habitual. Un conflicto que en una situación “normal” podría no afectarnos, o podríamos manejar de una manera más adecuada, durante la situación de confinamiento la podemos vivir como una verdadera amenaza y sentirnos desbordados respondiendo ante ella de una manera más hostil.
- Durante el confinamiento, podemos sentirnos invadidos, sin poder mantener nuestro espacio personal de intimidad. Al permanecer en el domicilio parece que estamos más disponibles para los demás y esta sensación de ahogo puede generar un comportamiento más irritable y menos tolerante.
- Al pasar todo el tiempo en casa, el mantenimiento del orden y de la limpieza del hogar es importante. Pueden darse conflictos por falta de entendimiento ante esta situación.
- Tenemos tanto tiempo libre que nos encontramos con verdaderas dificultades para ocuparlo. Podemos volcar la angustia o el aburrimiento en el otro y que se produzcan enfrentamientos.
- Pueden incrementarse los problemas de comunicación que finalizan en discusiones.
Recomendaciones:
- Vamos a poder gestionar mejor nuestras emociones si seguimos ciertas pautas relacionadas con los autocuidados; como una buena alimentación, un sueño de calidad, la higiene diaria y realizar algo de ejercicio. Además de emplear el tiempo en actividades distractoras agradables y de interés, la búsqueda de apoyos externos a las personas convivientes y encontrar espacios y tiempos de serenidad en los que poder relajarnos y hacer alguna práctica de respiración.
- Para evitar sentirnos invadidos, es importante que diferenciemos los espacios comunes y los propios. Poder comunicar a los demás el deseo de intimidad y poder compartir momentos agradables en espacios comunes que ayuden a generar buen ambiente en la convivencia.
- Mantener la limpieza es algo importante cuando pasamos tanto tiempo en casa. Puede ser recomendable establecer rutinas o un horario predeterminado para la familia para llevar a cabo las tareas domésticas y mantenerse organizados.
- Con respecto a la ocupación del tiempo, se recomienda buscar actividades placenteras y organizar el día para abarcar todo lo que queremos hacer. Aunque también podemos buscar espacios para no exigirnos tareas y simplemente descansar, no es necesario estar activo todo el día.
- Por último, ante los problemas de comunicación, recordemos algunas pautas básicas: fomentar la escucha activa, respetar y expresar opiniones, poder negociar y llegar a acuerdos.
No nos olvidamos de aquellos que viven solos, desde el grupo Cuarentena Emocional, varias personas que han pasado el confinamiento solos nos aconsejan sobre ello:
- Mantener la comunicación con familiares y amistades.
- Al no compartir convivencia, podemos tender al desorden y al abandono, es importante mantener la limpieza, rutina y autocuidados.
- Evitar la sobreinformación y poder compartir el malestar con otros.